Si ya diste el paso de emprender o estás soñando con lanzar tu propio negocio, seguramente ya sabes que el camino no siempre es tan fácil como se ve. Hoy quiero hablarte de algo que muchas veces no se ve en los tutoriales ni en los cursos de negocios: las creencias limitantes sobre el dinero.
Puede que hayan días en los que dudas de ti misma, en los que te preguntas si esto realmente va a funcionar. Y, muy probablemente, también hay una voz interna que te dice: “¿Y si nunca logro vivir de esto?”
Las creencias limitantes pueden estar saboteando tu negocio sin que te des cuenta.
Primero, ¿qué son las creencias limitantes?
Las creencias limitantes son pensamientos o ideas profundamente arraigadas que nos dicen lo que “podemos” o “no podemos” lograr. Cuando se trata de dinero, muchas de esas creencias nos mantienen en ciclos de escasez, duda o miedo, incluso si trabajamos duro y tenemos un gran proyecto.
Y lo pero: muchas veces no son nuestras. Son cosas que aprendimos al crecer, que escuchamos en la casa, que absorbimos de la sociedad, o que se formaron tras experiencias pasadas (como ese lanzamiento que no funcionó o esa inversión que no recuperaste).
Ejemplo de creencias limitantes sobre el dinero
- “Nadie va a pagar por esto.”
- “¿Quién soy yo para cobrar tanto?”
- “El dinero es complicado.”
- “Si quiero ganar más, tengo que sacrificar mi vida personal.”
- “Solo los que ya tienen dinero pueden hacer crecer un negocio.”
- “No soy buena con los números, mejor que alguien más lo lleve.”
- “El dinero no crece en los árboles.”
¿Has pensado o te has dicho algunas de estas creencias? Si es así no eres la única, son muchas las personas que tienen estas creencias.
Pero recuerda: estas frases no son verdades absolutas. Son solo eso… creencias. Cómo las obtuviste también las puedes transformar.
¿Y si empezamos a contarnos otra historia?
- En lugar de pensar “nadie va a pagar por esto”, puedes decirte:
Hay personas que están buscando exactamente lo que ofrezco. Solo tengo que aprender a comunicarlo y llegar a ellas.”
- En lugar de “no soy buena con el dinero”, puedes decir:
“Estoy aprendiendo a manejar mi dinero como una emprendedora poderosa.”
- Y en lugar de “tengo que sacrificarme para tener éxito”, recuerda:
“Puedo construir un negocio alineado a mi vida, no al revés.”
¿Cómo empiezo a cambiar mi mentalidad?
Transformar tus creencias limitantes sobre el dinero no pasa de un día para otro, pero lo que puedes hacer es empezar a cambiarlas hoy mismo. Aquí te comparto 5 pasos simples pero poderosos que te ayudarán con este cambio:
- Observa tus pensamientos Observa lo que te dices cuando vas a poner precios, hablar de tu negocio o hacer una venta. ¿Hay inseguridad, miedo, culpa? ¿Cómo hablas del dinero? Anota esas frases que aparecen sin filtro. Ahí están tus creencias.
- Cuestiónalas ¿Eso que piensas es 100% cierto? ¿O es algo que aprendiste sin querer? Pregúntate: ¿Me ayudan a crecer o me están deteniendo? ¿De donde viene esta creencia, de mi familia, amigos o la sociedad?
- Reemplázalas con frases más sanas y poderosas Por ejemplo: ❌ “Nunca voy a tener suficiente.” ✅ “Estoy aprendiendo a manejar mejor mi dinero cada día.” Usa afirmaciones o frases que sí te empoderen. Escríbelas, repítelas, intégralas poco a poco.
- Visualiza lo que sí quieres Imagínate cobrando lo que vale tu trabajo, con clientes felices, generando ingresos constantes. ¿Dónde estarías? ¿Cómo te sentirías? Tu mente necesita visualizarlo para empezar a creerlo posible.
- Rodéate de otras mujeres que también estén en este camino Busca comunidad. No tienes que hacer esto sola. Hablar con otras emprendedoras te recuerda que no estás loca ni sola, que esto es parte del proceso.
Y ahora… a tomar acción
No se trata solo de pensar bonito. También hay que actuar. Aquí te dejo algunos pasos que pueden ayudarte a sentirte más segura y tomar el control de tu negocio:
- Revisa tus números con amor, no con miedo. Saber cuánto entra y cuánto sale es poder.
- Pon precios que reflejen tu valor. No pongas tarifas por miedo a que no te compren.
- Ahorra e invierte en ti y en tu negocio. Aunque sea poco, empieza.
- Crea productos o servicios alineados contigo. No hagas lo que “se supone” que deberías hacer, sino lo que resuena contigo.
- Busca formas de ingreso que te entusiasmen. Tal vez sea un curso, una membresía, sesiones 1:1, productos digitales… las posibilidades son muchas. Aquí encontrarás una guía completa de cómo puedes crear y vender Productos Digitales con tus conocimientos.
Recuerda: Cada paso es valioso, aunque sea pequeño. Lo importante es ser constante.
Si hoy no estás generando el dinero que deseas, no es porque no seas capaz.
Muchas veces es porque hay creencias que te están limitando sin que te des cuenta.
Y la buena noticia es que eso se puede transformar.
Con cada pensamiento que cambias, con cada acción que tomas desde un lugar de confianza y no desde el miedo, estás construyendo algo más grande. Un negocio a tu manera, desde tus valores, y con abundancia real (económica, emocional y personal).
No necesitas tenerlo todo resuelto. Solo necesitas dar el primer paso.
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